Para los que no siguen el fútbol (así, en genérico, como si fuera un universo aparte) siempre existe la sensación de que se habla de lo mismo. Y tienen razón, ayer por ejemplo se cumplieron los tres tópicos de toda liga que se precie:
- La liga es muy larga, traducción, puedes ganar x partidos seguidos, estar en racha y echarlo todo a perder en un par de malos partidos.
- No hay rival pequeño, traducción, el colista puede ganar en campo del líder y el perseguidor pinchar en casa ante un rval al que le tiene comida la moral hace años.
- Hasta que las matemáticas lo digan no hay que celebrar nada, traducción, las portadas que anunciaban títulos ya ganados y remontadas conseguidas ahora están en el suelo para no dejar huella después de fregar el suelo.
Por suerte, y para huir de los recurrentes tópicos, tenemos personajes como Eto'o o Boluda. Desde que el primero abrió la boca para decir aún no se sabe qué ha dejado de marcar y al equipo le ha costado cuatro partidos volver a ganar; mientras, el segundo va camino de hacerle la competencia a Rappel, y es que cuando da algo por seguro su equipo se empeña en llevarle la contraria, del 'chorreo' al 'estamos a un punto'.
Y ahora un poco de fútbol...
Tévez, recorte en la frontal y tiro a la escuadra... ya tardan en renovar-refichar al argentino, el todo en uno del Manchester.
Huntelaar, a pesar de la caótica dirección deportiva del Madrid, el fichaje del holandés (que lo podría haber hecho la portera de Nuñez) es un acierto para muchos años; delanterocentrismo puro y duro.
Ibrahimovic, picadita en carrera con esa facilidad que tiene para hacer fácil lo difícil.
Robbie Keane, aviso: no es un golazo, pero me sigo alegrando de que un jugador que podría estar completamente hundido moralmente siga haciendo goles.
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