Hoy he escuchado el peregrino argumento que se repite siempre que una selección importante está a un paso de no entrar en una gran cita: "Cómo puede ir (colocar aquí selección con poco historial) y no ir (colocar aquí selección histórico-clásica)". Y como el fútbol se ha convertido en lo que se ha convertido, o la prensa se ha idiotizado, entonces ya llegamos al absurdo: "Cómo puede ser que (colocar aquí nombre de gran jugador) no vaya al Mundial". No paro de oír que pueden quedar fuera del Mundial Cristiano, Messi o Ibrahimovic. Y la respuesta es la siguiente, ¿y qué? ¿Qué pasa si no van? ¿Se deja de celebrar el Mundial? ¿Apagamos la tele? ¿Echamos a los que se han clasificado según las normas? O mejor, ¿los clasificamos de entrada y nos dejamos de historias?
Según esto, Croacia 98, Rumanía y Bulgaria 94 o Turquía 2002, por hablar de Mundiales, a lo mejor no habrían tenido su oportunidad. Lo mismo que la República Checa en el 96 o la inolvidable Turquía de la pasada Eurocopa y sus remontadas imposibles, sin mencionar la Rusia de Arshavin. Y entonces pasamos a nombres concretos: salvo Maradona en el 86, no se puede decir que los grandes hayan sido los más decisivos; destellos de Romario y Bebeto en el 94, Zidane en el 98 marca dos cabezazos de córner en la final y poco más -final más recordada por el ataque previo de Ronaldo-, en 2002 fue más decisivo Rivaldo que Ronaldo, y en 2006, en fin, Cannavaro Balón de Oro y Zidane pasando a la historia con otro cabezazo -previo penalty a lo Panenka, todo hay que decirlo-. Mientras, en esos Mundiales aparecieron Hassan Sas, Brolin o Michael Owen con 17 años, por poner algunos ejemplos.
Y llegamos a Argentina, ¿qué pasa si no va al Mundial? Nada. Es más, vistas las actuaciones de la albiceleste desde el 78, se pierde muy poco. Salvo el 86 a lomos de Maradona, el partidazo frente a Holanda en el 98 y las ráfagas del 2006 (los 50 y tantos toques frente a Serbia, el voleón de Maxi), el resto ha sido más expectativa que otra cosa. Siempre con un sucesor de Maradona que fracasa, siempre con la vitola de favorito aunque luego uno por uno la cosa no fuera para tanto, siempre con la sombra de Brasil planeando. Y sí, ganaron en el 78, pero con Videla en el palco, y el pase de Maradona a Caniggia en el 90 es de antología, pero en Italia racanearon como nadie -sin contar los bidones de agua frente a Brasil-. En el 82 y en el 94 se estrellan a lo grande Maradona mediante, y en 2002 caen con todo el equipo.
Messi se pierde el Mundial, mala suerte, también se lo perdieron en el 94 la generación de los Papin, Ginola y Cantoná y en el 98 una nueva generación francesa levantaba la Copa. A lo mejor Argentina necesita un gran fracaso para analizar qué es lo que falla en un país que gana los JJ.OO. y los Mundiales sub-20 y luego se estrella en las grandes citas.
Y es que viendo a los que jugaron frente a Perú, a lo mejor habría que preguntarse si Argentina es, por nombres, una de las grandes hoy en día. Estos son los que jugaron: Sergio Romero; Jonás Gutiérrez, Rolando Schiavi, Gabriel Heinze y Emiliano Insúa; Enzo Pérez (Martín Palermo, 45), Javier Mascherano, Ángel Di María; Pablo Aimar (Federico Insúa 75); Lionel Messi y Gonzalo Higuaín (Martín Demichelis, 66). DT: Diego Maradona.
El artículo de Perarnau hoy en el Sport sirve para entender unas cuantas cosas del fútbol argentino bajo el mandato de Grondona.
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