Ni presión, ni acierto de cara a puerta, ni polivalencia, técnica, recorte, remate de cabeza, ni broncas, ni actitud... feeling. Dos meses dándole vueltas al caso Eto'o, llega Guardiola y lo desactiva con una palabra que no había aparecido en ninguna columna, artículo, reportaje o tertulia: feeling, algo tan subjetivo que es imposible negar o contradecir. Como dije no hace mucho, Guardiola empieza a ser demasiado imprescindible para el Barça...
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